Teoría de la Acción Comunicativa de Jürgen Habermas
TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA DE HABERMAS
Jürgen
Habermas es un filósofo y sociólogo alemán quien en 1981 formuló la Teoría de la
Acción Comunicativa, definida como aquella que explica que en el acto de la comunicación
se establece la interacción entre el emisor y el receptor a través de símbolos que
son reconocidos y entendidos de forma lingüística y compartida, dando sentido al
mensaje por cuanto existen normas específicas en la lengua y que éstas conducen
a la acción de construcción de la sociedad. Lo que quiere decir que toda acción
comunicativa es una acción social dirigida al entendimiento, siendo que lo entendido
no se refiere tanto a comprender lo expresado como al estar de acuerdo.
Entonces,
el acuerdo entre los participantes resulta en la comunicación cuando necesariamente
se da el entendimiento. Así mismo, este último aparece con el razonamiento verbal.
Según
Habermas, el concepto de acción comunicativa
se respalda con la posibilidad de validar o no el discurso por parte de los actores
o también llamados participantes y de facilitar el cambio de rol de emisor a receptor
y viceversa, siendo que el uso de la argumentación es con lo cual se llega a aseverar
lo que es verdadero a través del consenso.
Para
lograr el consenso se requiere que el enunciado hablado sea comprensible, que el
hablante sea fiable, que la acción sea bajo un marco normado y que la intención
del hablante sea cónsona con sus intereses.
De
esta forma, el ser humano en su formación como ciudadano perteneciente a una sociedad
determinada, recoge y atesora una serie de patrones culturales que han sido cultivados
y transferidos de generación en generación. Y en esa transmisión de informaciones
los medios de comunicación han sido clave en la divulgación y acercamiento para
el entendimiento mutuo, toda vez, que la acción comunicativa se muestre libre y
racional, en contraposición a la forma irracional, que en función de la censura,
represión y coacción tiende a la distorsión y manipulación de lo expresado, convirtiéndose
ello en auténticas barreras de la comunicación.
La
Teoría de la Acción Comunicativa involucra sujetos competentes que buscan el entendimiento
dirigido a la racionalidad comunicativa que configura en estrategias lingüístico-comunicativas
con condiciones de validez de diálogo, actos de habla y pragmática universal, determinados
por el mundo de la vida, en donde constantemente se reformula el proceso hacia el
emisor, en cuya producción del mensaje debe existir una competencia comunicativa,
un código compartido y una argumentación, para que se manifieste la comprensión
por parte del receptor en cuanto a la igualdad de condiciones, referentes compartidos
y lógica, para así derivar en la retroalimentación hacia el emisor.
En
este proceso comunicativo, juegan un papel crucial los supuestos universales del
habla porque son mandatos del lenguaje. A saber, es necesario la inteligibilidad,
la verdad, la rectitud y la veracidad en el mensaje y en el emisor.
De
tal modo, Habermas postula un modelo de análisis de la sociedad por medio de la
racionalidad formal del sistema, de las instituciones y la racionalidad basada en
los puntos de vista de los distintos sujetos que actúan en la sociedad, ambas en
torno a la resolución de conflictos por medio de argumentos, contrarios a mecanismos
de autoritarismo y coacción.
Así
se tiene, que la acción comunicativa, como bien lo expresa Habermas, es un proceso
de cooperación particular en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo
subjetivo.
Sobre
estas líneas, Habermas expuso la Teoría de los tres mundos tomando algunas ideas de Karl Popper. Y señala a su vez
que la acción comunicativa se manifiesta en el lenguaje que es comprendido e influyente
en cada uno de estos mundos. Al respecto, explica que el mundo objetivo se refiere a la totalidad de elementos tangibles con
los cuales se pueden elaborar axiomas, reglas y enunciados, sobre todo de corte
científico, en donde el criterio de veracidad es la verdad; el mundo social abarca, las relaciones interpersonales,
cómo éstas se suceden y regulan, reflejadas en ámbitos sociales, económicos y políticos
principalmente, cuyo criterio de veracidad es la rectitud, y en tercer lugar, el
mundo subjetivo, el personal, el vivencial,
el que lleva a establecer relaciones intersubjetivas mediante el lenguaje y los
símbolos con un criterio de veracidad permanente.
Basados
en estos tres mundos el autor desarrolla
los conceptos de mundo de vida y de sistema desde una perspectiva holística y
situada en la realidad.
Para
Habermas el mundo de vida en el que nos
desenvolvemos no es susceptible de ser conocido
sino interpretado mediante patrones culturales y sobre todo lingüísticos y va
más allá de tener conciencia de las experiencias. En este mundo se presentan nuestras
posiciones de engranaje con la realidad. Sin embargo, este autor no se inclina en
explicar el proceso de la acción comunicativa en cuanto a la diferencia de clases
sociales e ideologías, sobre todo cómo el idioma se ha perfilado como medio de dominación
ideológica.
Al
respecto, Víctor Klemperer, citado en Teitelbaum (2016) afirma que el nazismo penetraba
en las mentes de quienes luego lo seguían, por medio de la repetición constante
de palabras y expresiones sintácticas. También es interesante observar cómo se permeabilizan
expresiones del inglés en nuestra habla cotidiana.
La
Teoría de la Acción Comunicativa sirve para que los actores se conduzcan con eficiencia
y eficacia en el acto informativo y comunicativo.
Por
otra parte, las implicaciones que la Teoría de la Acción Comunicativa interviene
y aplica en situaciones educativas, por ejemplo, en las instituciones educativas
debe prevalecer la vivencia de la libertad, de la reflexión que mueva a generar
nuevas relaciones interpersonales con la figura de un docente que haga un manejo
adecuado del poder e incentive el consenso en la toma de decisiones.
Cuando
el profesor explora los intereses de los estudiantes para relacionarlos al tema
que trate, con el fin de que sea significativo e impulse la autonomía, participación
y reflexión en el grupo.
Así
mismo, la puesta en marcha de la didáctica estimula el pensamiento crítico y el
entendimiento del mundo de vida.
Además,
el estudiante debe utilizar de forma instrumental el saber que tiene a su alcance
y valorar los procesos educativos que se realicen, para que de esta actividad se
forme la moral, así como del ejemplo del docente.
Por
lo tanto, toda interacción entre compañeros debe propiciar el entendimiento, el
diálogo que ayude al intercambio normado para desarrollarse en el ámbito social
basado en el respeto y la convivencia armoniosa.
Adicionalmente,
la tecnología persuasiva e interactiva usada con fines educativos también puede
contribuir a cambiar la actitud y el comportamiento de las personas. Considerando
que la educación en tecnología es un medio para que el proceso comunicativo que
se produce y se retroalimenta a sí mismo con el uso adecuado de distintas plataformas
y aplicaciones.
Acorde
a este punto, dentro de las campañas de concientización en los medios de comunicación
social con intención educativa y en los planteles, se utiliza la elaboración de
afiches y pancartas que pueden representar mensajes claros y contundentes para un
proceder distinto, para una mejora en las interacciones y en nuestra realidad.
Compartimos en este espacio esta imagen que resalta la "ética discursiva"
Finalmente, queremos concluir esta entrega con el planteamiento de Habermas, en el cual indica que el ser humano es un ser social por naturaleza, que busca comunicarse por cualquier medio posible. En fin, resalta el estudio de la comunicación como un sistema indispensable de los seres humanos.
“Nadie
posee derechos exclusivos sobre el medio común de las prácticas comunicativas
que debemos compartir intersubjetivamente”.
Jürgen
Habermas
REFERENTES BIBLIOGRÁFICOS:
Fernández (s/f). Teoría de la acción comunicativa. Material
mimeográfico (2023).
Gómez y Peñaloza (2014). Didáctica y comunicación: aportes de Habermas
a la educación. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=477247213002
Consultado el 13-06-2023 10:30 pm
Teitelbaum (2016). Habermas y su teoría de la acción comunicativa.
Material mimeográfico.


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